Puntos que brillan bajo un cielo negro.
Cuando Aarón alzó la vista solo había vacío. Los sueños
habían muerto ya hace mucho tiempo. La vida no le importaba ¿y lo peor? El
mundo seguía girando.
Las estrellas dejaron de ser viejas leyendas atrapadas en
astros ardientes, ahora tan solo eran pequeños puntos que brillaban sobre un
cielo negro.
Aarón parecía ser el único en darse cuenta, el mundo
había perdido la magia y al mirar a sus amigos y familiares comprendió que de
la vitalidad que se vislumbraba antaño en sus ojos, ya no quedaba nada. NADA “¿Qué
hay peor que eso?” pensó. Cuando tu mente no te permite sentir nada es porque
ya no puedes con tanto dolor. Y cuando esa abulia te consume, lo único que
irónicamente te salva es el poder sentir. Algo, lo que sea, rabia, tristeza, un
puñetazo en una pelea, un cosquilleo cuando la persona que te gusta te
sonríe…
Por eso cuando ya nada te importa, es cuando peor te sientes y es
entonces cuando crees que el valor de tu vida está en rebajas.
Y lo peor es que ese momento es el instante exacto en el que
empiezas a tener consciencia de que
estás solo, completa y absolutamente solo. Te das cuenta de que la vida en sí
es un accidente y de que en realidad, no
le importas a nadie porque cada persona busca la mejor forma de sobrevivir a
esta sociedad hipócrita en la que vivimos.
Aparentan ser fuertes, aparentan su risa, aparentan
inteligencia, seguridad y hasta a veces se creen su propia mentira, aunque la
verdad sea muy distinta y se sientan tan solos como tú, tan vulnerables como
tú, fingen sonreír para que nadie vea sus lágrimas y cuando se dan cuenta de su
propio engaño, ya es tarde, lo único que les reconforta es buscar a una persona
a la que crean más débil, estúpida e insegura. Pero lo que nuestro joven
protagonista se preguntaba era “¿Quién es el débil?¿el que finge por miedo a
que le hagan daño o el valiente que se atreve a mostrarse tal cual es, el que
revela al mundo lo que siente y piensa? ¿el que se refugia en el dolor ajeno o
el que a pesar de su propio dolor se preocupa de manera sincera por los demás?¿El orgulloso o aquel que deja
a un lado su orgullo y lucha por aquellos que quiere?”
A ese sujeto en nuestra sociedad se le tacharía de débil
y necio pero lo irónico es que cada individuo se considera ese pelele
etiquetado por los demás. Los verdugos se consideran víctimas y las auténticas
víctimas ya no importan. Pero ¿Dónde quedaron las personas? Aarón tenía razón y
la humanidad había muerto hacía ya mucho tiempo y con ella la belleza del mundo, de las artes,
de las ciencias y al fin de al cabo de la vida. Pues cuando una persona deja de
ser quién es para convertirse en masa, pierde su esencia, y la originalidad y
los sueños se convierten en simples puntos brillantes bajo en cielo negro a los
que ya no le importan a nadie.
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