jueves, 1 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella. John Green

Hazel fue diagnosticada con Cáncer tiroideo a los 13 años, pero se las arregló para sobrevivir más de lo esperado gracias a una droga experimental. En el grupo de apoyo ella conoce a Augustus Gus Waters, un joven que era un muchacho muy bueno en baloncesto más que todo en su secundaria, pero perdió su pierna izquierda por culpa de una enfermedad llamada Osteosarcoma y ahora está en remisión. Hazel lo convence de leer Una Aflicción Imperial de Peter Van Houten, su libro favorito, y él desarrolla una obsesión (aunque menor que la de Hazel) hacia el libro. Gracias a mensajes y llamadas, su relación cada día fue mejorando más. Gus consigue la dirección de correo electrónico de la asistente de Peter Van Houten, Lidewij Vliegenthart y junto con Hazel le escriben cartas a Peter y él les responde que no les dirá que pasa después del final de Una Aflicción Imperial a no ser que se vean en persona. Gus había salvado el deseo que la fundación The Genies les entrega a los niños con cáncer y decide usarlo para viajar con Hazel a Ámsterdam para conocer al solitario autor de Una Aflicción Imperial. Ella está muy feliz por el viaje, pero también decide que no quiere que ella y Gus sean más que amigos, para cortar el dolor que podría causarle cuando ella muera, ya que la anterior novia de Gus había muerto por cáncer. Los papás de Hazel empiezan a preocuparse mucho por Hazel ya que no quieren que se muera. La comparación se da cuando ella piensa que el día en que ella muera, muchas personas iban a terminar lastimadas por su muerte.

Un día Hazel se despierta seriamente enferma de neumonía y tienen que internarla. Durante el tiempo que la hospitalizan. Luego de recibir el alta y algunas consultas a sus doctores Hazel consigue el permiso para viajar a Ámsterdam con su mamá y Gus. En el viaje de ida a Ámsterdam Gus confiesa a Hazel que está enamorado de ella y Hazel queda sorprendida pero no puede decirle que ella también lo ama por miedo a lastimarlo en un futuro cuando ella ya no este. En la primera noche en Holanda, Hazel y Gus van a comer a un restaurante, todo por cortesía de Van Houten. Al día siguiente, su encuentro con el autor resulta algo desagradable y se descubre que su asistente, Lidewij, armó todo sin el conocimiento de Van Houten con las esperanzas de que todo esto lo motivara para dejar de ser un alcohólico y volver a escribir. Molestos por el comportamiento grosero del autor se retiran de su casa, junto con una también molesta Lidewij Vliegenthart y se dirigen a la Casa de Ana Frank, donde se besan ante mucha gente que los aplauden. Cuando regresan al hotel la mamá de Hazel no está y ellos tienen relaciones sexuales por primera vez. Después, Gus aprovecha para contarle a Hazel de que su cáncer ha vuelto, haciendo metástasis en varias partes de su cuerpo. Aunque lo traten con un régimen intensivo, sus esperanzas de vida no son muchas.

Poco tiempo después, Gus le pide a su mejor amigo, Isaac, y a Hazel que le hagan un Pre-funeral.Ocho días después, Augustus Waters muere. En medio del funeral Hazel se encuentra con Van Houten, quien le confiesa que él tuvo una hija que murió hace muchos años de cáncer. Ella fue su inspiración para el personaje principal, Anna, de Una Aflicción Imperial, y, que su grosería se debía en parte a que ella fue vestida idéntica a Anna. Isaac le confiesa a Hazel que Gus estaba escribiéndole algo en sus últimos días, pero no se encuentra ningún rastro de lo que él estaba escribiendo. Normalmente se contacta con Lidewij, quien va en busca de las hojas perdidas a la casa del autor, encontrándolas y enviándoselas a Hazel a través de un correo electrónico. Gus había escrito algunos párrafos sueltos y se los envió al autor con la esperanza de que este pudiera convertirlos en un discurso fúnebre para Hazel. En el texto final dice "Me gustan mis decisiones. Espero que a ella le gusten las suyas. Lo hago, Augustus. Lo hago."

Chica Blue

lunes, 21 de abril de 2014

Nadie como tú, de Anna Casanovas.


Ágata, una joven diseñadora gráfica que vive en Barcelona, se ve forzada a redirigir su carrera profesional a causa de un accidente. Aconsejada y apoyada por su familia, Ágata se traslada a Londres. Su hermano Guillermo ha intercedido para que Gabriel, su mejor amigo de la infancia y amor platónico de Ágata, le consiga un trabajo en la revista de diseño en la que él trabaja.

En un primer momento, Gabriel acoge a Ágata en su casa, pero la irrefrenable pasión que surge entre ellos les coloca en una situación difícil. Tras una noche en la que no son capaces de contenerse, Ágata decide abandonar el piso de Gabriel, puesto que él no es capaz de comportarse de manera natural ni de ofrecerle nada más allá
La abuela de Gabriel y un amigo de su padre serán claves para que Ágata comprenda la actitud de éste hacia el amor y las mujeres. Poco a poco Gabriel logra dejar de lado sus reticencias y comienza con Ágata una relación que parece sacada de un cuento de hadas, hasta que una serie de malentendidos trunca la felicidad de ambos: Gabriel cree que Ágata está implicada en un serio problema de filtraciones de información en la revista en la que ambos trabajan.
Dolida e indignada Ágata volverá a España. Una vez que ella ya se ha ido Gabriel descubre que sus suposiciones eran falsas, por lo que no le queda más remedio que luchar para recuperar a la mujer de su vida.

miércoles, 9 de abril de 2014

"The Road"
Dirección: John Hillcoat
Reparto: Viggo Mortensen, Robert Duvall, Charlize Theron y Guy Pearce.
SinopsisEl planeta ha sido arrasado por un misterioso cataclismo y, en medio de la desolación, un padre y su hijo se dirigen hacia la costa en busca de un lugar seguro donde asentarse. Durante el viaje se cruzarán con otros supervivientes: unos se han vuelto locos, otros se han convertido en caníbales. Adaptación de una novela de Cormac McCarthy, autor de "No es país para viejos". (FILMAFFINITY)
Premios:
2009. Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes a concurso
2009. Nominada Premios BAFTA: Mejor fotografía

2009. 3 nominaciones Critics' Choice Awards: Mejor actor, intérprete joven y maquillaje.

Chica Blue.

jueves, 3 de abril de 2014

La naturaleza siempre es capaz de sorprendernos

En ocasiones, la naturaleza es capaz de sorprendernos. De una manera o de otra, pero siempre lo hace.
A veces, un amanecer o una puesta de sol son más hermosos de lo que podemos imaginarnos.
En esta imagen podemos observar un amanecer en la playa de La Magdalena, Santander. Es un amanecer de un día de sur, de esos en los que en Santander hace un bochorno que no sabes lo que hacer para quitarle.
Con esta foto, os deseo un muy buen día.
Besos, Chica Blue

miércoles, 2 de abril de 2014

Aun te quiero

La noche es fría, puede que mas de lo normal. El me mira llora y sus lagrimas frías me hacen pensar en lo frío que se ha vuelto todo, en lo que le quiero, sigue mirando esperando una respuesta, pues sabe que  planeo en la posibilidad de darnos un tiempo, le quiero demasiado quizás me he precipitado, seco sus lagrimas le beso, no diré nada pero con el lo digo todo el lo sabe, y la noche sigue fría pero por un momento no es tan importante. Esta noche echo de menos muchas cosas, sobretodo los mensajes que el me mandaba cuando empezó todo.
 Esta noche lo echo en falta...

lunes, 24 de marzo de 2014

Una luz al final del túnel

“Si alguna vez preguntas el porqué, no sabré decirte la razón”.
Esa melodía ronda en mi cabeza desde que me dieron la noticia ayer por la noche. Te has ido. Pero esta vez para no volver.
Puede que no haya sido la mejor, que no te haya hecho caso en ciertos momentos, que te haya decepcionado. Pero te diré una cosa, y te lo digo desde lo más profundo de mi corazón, tú eres lo mejor que he tenido en la vida.
Tú me has criado de la mejor manera posible, me has educado a tu manera, me has convertido en lo que hoy soy, esa joven de 18 años que te acaba de perder.
Acabo de llegar a casa, pero ésta se me hace enorme sin ti. Echo de menos que estés viendo la tele, que me saludes con un beso en la frente. Resumiendo, te echo de menos a ti.
De pronto, alguien llama a la puerta. Me asomo a la mirilla y veo que es ella, la mejor vecina del mundo, la que me ha cuidado como la hija que nunca tuvo. Nada más abrir la puerta, me echo a sus brazos.
-Hola pequeña, ¿qué tal?
-Una sensación la mar de extraña me invade.
-No quiero verte así. Ni por nada ni por nadie. ¿Vale?
-Tata, le acabo de perder. Se ha ido el pilar de mi vida. No puedo evitar echarme a llorar sabiendo que no va a volver.
-Ven conmigo a casa. Allí vas a estar mejor.
Camino de su mano hasta su casa. Allí, me acaricia la cara y me seca las lágrimas. Tras terminar, me pregunta si quiero algo para cenar. Digo que no me apetece nada, que el nudo que tengo en el estómago me impide ingerir ningún tipo de alimento.
Se sienta al lado mío en el sofá y me acurruco entre sus brazos, esos brazos que tantos abrazos me han dado.
-Has de comer algo, te vendrá bien.
-Tata, no tengo hambre. Estoy convencida de que irá fuera.
-¡Qué cabezona eres cuando te lo propones! Pero bueno, no seré yo quien te obligue a comer algo.
-Gracias por ser como eres. Eres como la madre que nunca he tenido.
-Ella está dispuesta a recuperarte, y lo sabes.
-Tata, yo no quiero irme con ella. Me quiero quedar aquí, con Adrián, con Ángel y contigo.
-No sé si será posible, pero estaré a tu lado, como siempre.
-Te quiero, Tata.
Al poco rato, llega Adrián y, según me ve, viene a darme un abrazo. Me pide que no llore, que van a estar conmigo para lo que necesite. Tras esto, me voy a la cama que me han preparado entre los dos. Al poco rato, Adrián entra sigiloso. Le digo que no se preocupe, que haga el ruido que necesite porque sigo despierta.
-Ya me ha dicho mi madre que te quieres quedar aquí.
-Sí. Sé que aquí estaré bien. Sois parte de mi familia.
-Cambiando de tema, ¿has pensado lo que vas a hacer con Sergio?
-No estoy para pensar demasiado. Además, llevamos varios días sin hablar.
-¿He de preocuparme?
-Simplemente, no es capaz de asumir la realidad. Aunque es cierto que yo tampoco soy capaz de verle como ese hermano que tanto he estado buscando.
Me da un abrazo, y me pide que no me preocupe por nada, porque sabe que todo pasará. Comento que no estoy del todo segura, puesto que nada volverá a ser como antes. Me da otro abrazo, esta vez más fuerte, y me asegura que le voy a tener para todo lo que necesite.
-¿Ya te han llamado de Madrid?
-No, todavía no. Pero el plazo de preinscripción termina esta semana.
-¿De verdad quieres irte de aquí? Porque no te veo del todo convencida.
-No es que me entusiasme la idea, pero un cambio de aires no me vendrá mal.
-Es por todo el tema de haber encontrado a tu madre y tu hermano, ¿cierto?
-En cierto modo, sí. Reconozco que lo que me está pasando ha sido el detonante para que me decida a ir allí, si es que me admiten.
-Seguro que sí.
Nos metemos cada uno en nuestra cama, pero yo sigo dándole vueltas al tema de Sergio. Cada vez tengo más claro que no me entusiasma saber que él, esa persona que me ha hecho feliz durante este año y medio y con la que había hecho mogollón de planes de futuro, sea el hermano del que mi padre tanto me habló. Mientras le estoy dando vueltas a todo, me quedo dormida.
De pronto, me encuentro contigo. Vienes de trabajar y me das ese beso que me vienes dando desde que tengo uso de razón. Tras ambos ponernos a comer, te cuento que he recibido una llamada al teléfono en el que me daban la buena noticia de que estoy admitida en la carrera de Periodismo, el sueño que siempre he tenido.
Me despierto sobresaltada, y descubro que estoy en casa de la vecina y que acabo de tener un sueño. Cojo el móvil para mirar la hora que es y descubro que solo son las dos y media de la madrugada. Sigilosa, me levanto a la cocina a beber un vaso de agua. Vuelvo a la cama, para tratar de conciliar de nuevo el sueño. Tardo un rato en hacerlo, puesto que tengo miedo de volver a soñar con mi padre. Adrián se da cuenta de que estoy despierta y me propone que me meta en su cama. De primeras no acepto, alegando que necesito mi espacio para dormir tranquila. Adrián se pone un poco insistente y me dice que es lo mejor, que, a su lado, podré dormir algo más tranquila.
-¿Por qué se ha tenido que ir ahora? Era consciente de que le necesitaba a mi lado.
-Mi pequeña, piensa que estará en un lugar mejor. Venga, acurrúcate en mis brazos y duerme un rato.
-No puedo, tengo miedo de que ese sueño vuelva a mí.
-No has de tener miedo estando a mi lado.
Me aovillo de la mejor manera que puedo y, al final, Morfeo me acoge entre sus brazos. Me despierta “Pan y Mantequilla” de Efecto Pasillo, canción procedente del móvil de Adrián. Como me ve un tanto perezosa, me empieza a hacer cosquillas para animarme un poco.
-No empieces, que sabes que no me gusta.
-Has de ser fuerte.
-Sabes que no es tan fácil.
-Yo voy a estar a tu lado, no lo dudes.
-No sé cómo agradecerte todo lo que haces por mí. Quedan pocas personas como tú.
-Conseguirás que me sonroje. Además, la que tiene hoy que sonreír eres tú.
Me levanto de la cama y le doy un abrazo de esos improvisados, a pesar de que, mientras se le estoy dando, no puedo evitar echarme a llorar. De pronto, entra mi Tata.
-Buenos días, chicos, venía a despertaros, pero veo que ya estáis en pie.
-Eso parece, Tata.
-Mi niña, ¿no crees que deberías pasarte por casa a cambiarte de ropa?
-Ahora mismo voy, aunque quiero ir sola. Sé que me va a costar estar ahí sabiendo que él no está, pero bueno, cuanto antes me acostumbre a estar sola, mejor.
Con la misma, me dirijo a mi casa. Me pego una ducha rápida y, con la toalla por el cuerpo, abro el armario sin saber qué ponerme. Combino varios modelos de ropa y, como tardo demasiado, alguien llama a la puerta. Veo que es Adrián y le abro.
-¿Todavía estás así?
-No sé qué ropa ponerme. ¿Me ayudas a elegir?
-Vale. Si te soy sincera, estás guapa hasta con un saco de patatas.
-Embustero. Con comentarios así, no me ayudas.
Tardo todavía un par de minutos en decidir la ropa que voy a llevar puesta. Tras comprobar que llevo todo lo necesario en el bolso, empieza a sonar mi móvil. Miro quién me ha mandado un mensaje y veo que es de Sergio. “Siento mucho lo de papá. Luego iré a verte y darte un abrazo. Te quiero, pequeña”. Adrián pregunta quién me ha mandado el mensaje, puesto que mi cara denota sorpresa.
-Es de Sergio. La verdad es que no me le esperaba.
-Si no es mucha indiscreción, ¿qué te ha puesto?
-Compruébalo tú mismo.
-Es igual de adorable que tú. En ese sentido, sois iguales.
-¡Qué gracioso! Si fuese adorable, me habría estado apoyando desde que ambos nos hemos enterado de nuestra verdadera relación.
Me da un abrazo y me hace cosquillas. Le doy otro manotazo y le amenazo con pasar de él si sigue haciéndome cosquillas. Salimos en dirección al depósito, con la intención de recibir el pésame de aquellos que no han ido el día anterior.
Tras montarnos en el coche, mi móvil empieza a sonar. Es una llamada de un número que no conozco, pero, como estoy esperando la llamada de Madrid, decido cogerle.
-¿Emma González?
-Sí... soy yo.
-Mire, le llamamos de la Universidad Complutense de Madrid. Queremos informarle de que ha sido admitida en el Grado Universitario de Periodismo. ¿Sigue interesada en la carrera?
-S-Sí. ¿Cuándo tengo que ir a formalizar la matrícula?
-Tiene de plazo hasta el lunes para hacer el ingreso de la primera parte de la matrícula, por lo que no hace falta que viaje hasta aquí.
Nada más colgar, se me saltan las lágrimas, pero esta vez es de felicidad. Adrián me pregunta qué me pasa, aunque de primeras no me salen las palabras. Me sereno un poco y comento que me han admitido en la Universidad de Madrid.
-Enhorabuena, mi niña. Sabía que entrarías.
-Gracias, Tata. Yo la verdad es que no las tenía todas conmigo.
-¿Sabes una cosa? Te echaremos de menos.
-Yo también os echaré de menos.

Me acomodo un poco en el coche a la vez que pienso que siempre hay que ver la luz al final del túnel, y es lo que me está pasando a mí. Estoy triste por lo de mi padre, es cierto, pero soy feliz porque, a partir de septiembre, voy a cumplir uno de mis sueños.


Reconozco que es uno de los relatos más tristes que he escrito. Le escribí hace tiempo, cuando tuve un problema con una persona que consideraba importante en mi vida.
A veces, cuando estoy de bajón es cuando me gusta más cómo quedan los relatos.

domingo, 23 de marzo de 2014

Gloria fuertes

Quien no a leído algún poema, cuento infantiles, de esa señora tan creativa, y tan brillante, que como en todos los cuentos infantiles se enseña, tratando de que sea lo mas divertido posible haciéndonos reír y disfrutar con la lectura que gran mujer.. 
Si no tuvisteis el placer de haber oído hablar de esta señora,  aquí os dejo uno de sus poemas:

Versos serios
Cuando la memoria se muere,
      nace el olvido.
Cuando el árbol se muere,
nace el papel.
Cuando la paz se muere, 
nace la guerra.
Todo esto nace por que el hombre lo hace.

Cuando la noche se muere,
nace el día.
Cuando la tristeza muere, 
nace la alegría.
Cuando la luna muere,
nace el sol.
Todo esto nace por que lo hace Dios.

viernes, 21 de marzo de 2014

The one that got away, Katy Perry

https://www.youtube.com/watch?v=Ahha3Cqe_fk

Aquí os dejo el enlace al vídeo de "The one that got away", canción de Katy Perry.
Me siento bastante identificada con esta canción, ya que nunca sabes cuándo dejarás de ver a esa persona especial.
A veces, una simple discusión hace que esa persona se marche, decidida a dejar todo atrás y, por una distracción sufrida a cuenta de un recuerdo, esa persona tiene un fatal accidente.
¿Cuántas veces nos abstraemos del mundo recordando ciertas cosas?
Reconozco que no soy capaz de ver el vídeo sin llorar como una magdalena, pensar que, en un futuro, también me puede pasar a mí, me hace verlo de esa manera.

sábado, 15 de marzo de 2014

Donar pelo

Esta niña es un amor, y gracias a ella yo también quiero hacerlo, niños o personas con cáncer también se merecen sentirse bien, en España ha habido algunas campañas... pero se necesita mas conoce a esta pequeña y lo importante que es pensar en los demás...

miércoles, 12 de marzo de 2014

Simples reflexiones.

Me ha dado por pararme a pensar en ciertos aspectos de mi vida y me he dado cuenta de que puedo conseguir vivir sin ti.
No sabes las ganas que tenía de vivir una bonita historia de amor con alguien. Y, durante este tiempo a tu lado, me he dado cuenta de lo que se siente al estar ilusionada.
Son cantidad de sensaciones que no se pueden explicar. Son besos, abrazos, caricias, palabras, miradas que solo nosotros entendemos, discusiones…
No sé cómo explicarlo, solo tú y yo sabemos el significado de nuestras paranoias. Nadie más que nosotros lo entenderá, porque son cosas nuestras que nada ni nadie podrá romper.
Nos hicimos promesas, algunas llegaron a cumplirse y otras, por culpa del destino, no pudieron hacerlo.
Pienso que lo nuestro acabó por influencias y por malas lenguas. La gente con la que te llevas vio desde el principio mal nuestra relación y las malas lenguas te hicieron desconfiar un poco de mí.
¿Qué te dijeron para desconfiar de mí? Porque yo creo que no te di motivo alguno, pero si creíste que ellos tenían razón, pues bien por ti.
Ahora que ya no estamos juntos, me doy cuenta de todas las cosas que, por falta de tiempo, no pudimos hacer. Guardaré todas las cartas y todas las fotos para siempre.
Son recuerdos que me hacen ver que fui feliz a tu lado. Pienso a menudo en lo que hicimos, aquellas citas y aquellas tardes sin hacer nada son lo que me hace seguir adelante.
No necesito nada más que tu presencia para ser feliz. Construimos un futuro al lado del otro y creo que, a pesar de todas las dificultades que el destino nos ponga delante, podremos realizarlos.
Piensas que la gente tenía razón y que yo nunca te quise. Pero se equivocan, tengo razones para quererte. Has dado todo de ti a mi lado y has visto que yo también me he esforzado por ser feliz a tu lado, y lo he conseguido, aunque no te pareciese así.
Estoy convencida de que todas las cosas que pasan, lo hacen por algo. Cada uno actúa de la manera que cree que es la mejor y, en ocasiones, fallan.

Hasta ahí llego ahora que no estás a mi lado, porque sé que he podido cometer errores fatales, pero bueno, sé que no puedo retroceder en el tiempo para cambiarlos. He de aprender de ellos y tratar de no volver a cometerlos.
Chica Blue

viernes, 7 de marzo de 2014

Somos marionetas del destino

Ayer me di cuenta, soy y seguramente no seré la única, que me utilizan, pienso que en la forma que soy tratada por el echo de ser baja y tener cara y voz de niña tienen derecho a tratarme como tal, pero quizás si lo tengan utilizada como una muñeca que ya esta cansada...
 
Sera eso cierto que estamos predeterminados a hacer ciertas cosas, estamos destinados a sufrir en  algunos casos morir solos, aun que eso sea exagerado, no creo por que el simple echo de no tener pareja, no significa que estemos solos.. 

No creo en el destino por que nosotros decidimos, quien somos, que hacemos, con quien estar, donde vivir... 
Asi que vivir libres, y romper los hilos

jueves, 6 de marzo de 2014

Primera cita

Hoy es nuestra primera cita, la primera vez que vamos a estar solos, sin miradas curiosas que sospechen de lo que nos traemos entre manos. Durante un rato estoy pensando en lo que me voy a poner cuando, sin venir a cuento y dando la sensación de que me estás leyendo el pensamiento, recibo un mensaje tuyo en el que comentas que te da igual la ropa que lleve, que estaré guapa de todas maneras. Me pongo a sonreír como una tonta y, al final, decido ponerme una camiseta gris y un vaquero negro.
A pesar de que todavía queda un rato para la hora prevista para nuestra “cita”, si es que así se le puede llamar, decido ir bajando hacia el Ayuntamiento. Los minutos van pasando lentamente y me voy, progresivamente, poniendo más nerviosa.
Instintivamente, miro el reloj y, al descubrir que todavía quedan diez minutos, decido juguetear con el móvil para que los minutos no se me hagan tan largos. Pierdo la noción del tiempo y levanto la cabeza para descubrir que te vas acercando a mí. Corro hacia tu encuentro y me recibes con dos besos y un efusivo abrazo. Preguntas si me apetece ir a algún sitio especial y comento que lo más importante de todo es que pasemos la tarde juntos.
Vamos tranquilamente caminando hasta llegar una cafetería en la que, de pronto, llegan a mi mente un montón de recuerdos junto a mis amigas, esas personas con las que, por diferentes motivos, me he distanciado un poco. Descubro que la mesa en la que siempre solíamos sentarnos está libre, por lo que se me antoja sentarme en esa ella.
-Por la cara que has puesto, creo que ese lugar te trae muy buenos recuerdos, ¿me equivoco?
-Sí. Reconozco que aquí he pasado muchos buenos momentos con mis amigas y, la verdad, es que, por unas cosas u otras, hace mucho que no nos reunimos. Creo que he de llamarlas un día y organizar algo.
-Bueno, creo que es hora de sentarnos y pasar la tarde juntos.
Te acaricio la cara y te dedico una sonrisa. Nada más sentarnos, una camarera viene a interesarse por lo que queremos tomar. Pedimos unas coca-colas y un gofre con chocolate y nata para compartir. Lo apunta y se marcha.
Durante un rato, charlamos sobre las cosas que nos gusta hacer en nuestro tiempo libre. Te ríes un poco cuando comento que me encanta escribir, que, gracias a ello, pierdo la noción del tiempo. Yo, no sé por qué, pero me enfurruño un poco cuando dices que tu mayor afición es hablar con los colegas por las redes sociales.
-No sé a qué vienen esos morros.
-Por la sencilla razón de que rara vez me contestas.
Te acercas más a mí y me das un pequeño beso en la frente. En ese instante, llegan nuestras consumiciones. Nos las tomamos tranquilamente a la vez que nos echamos unas risas. La tarde pasa sin ningún sobresalto, aunque hay un momento en el que me dan ganas de salir huyendo sin decir adiós. Eso ocurre cuando, tras volver del baño, veo que has puesto un pequeño paquete en la mesa.
-¿Es para mí? –pregunto sorprendida.
-¿Para quién pensabas que es? Es un detalle sin importancia, pero me apetece que tengas un detalle de nuestra primera cita.
-Ahora yo me siento mal. Es que no he traído nada. Por lo menos me podías haber avisado.
Me pides que no me preocupe, que, de momento, no tengo la obligación de regalarte nada. Nervioso, quieres abra el paquete, alegando que tienes ganas de ver mi reacción. Lo abro para descubrir que es una pulsera rosa. Comento, con una sonrisa en la cara, que es preciosa y tú te alegras de que me haya gustado.
Después de tú pagar las consumiciones -eres tan cabezota que no quieres que pague mi parte-, nos vamos. Damos una vuelta y decido acompañarte hasta las Estaciones. Ya allí, me despido de ti con un simple “gracias” por el detalle. Nos fundimos en un abrazo y me pides que no me quite la pulsera en ningún momento.
-No te preocupes, me la verás a diario -comento sonriente.
-Eso espero, pequeña. Te diré que quiero que estés a mi lado, que te has convertido en algo muy importante en mi vida.
-Vamos, que no me quieres perder de vista tan fácilmente.
-Venga, fuguémonos juntos al fin del mundo.

Comienzo a reírme y te doy un beso. Me quedo a tu lado esperando a que llegue tu tren. Cuando descubrimos que se acerca, te despides con una sonrisa y, feliz, salgo de allí con rumbo a mi casa.

jueves, 27 de febrero de 2014

La necesidad de mentir

Sabemos que la tierra es redonda pero, que las sirenas, brujas, vampiros ó cualquier cosa que pensemos que es irreal, resulta que son ciertas, es muy exagerado pero hay vídeos, estudios y hasta antiguas pinturas rupestres que aseguran la existencia de sirenas, y si fuera así en que mas cosas nos habrían mentido, y por que  lo hacen, quizás es simple miedo a la reacción de la humanidad, en el caso de las sirenas, el echo de no querer  ser descubiertos puede ser un motivo bastante lógico pero creo que nos mienten y lo seguirán haciendo si no hacemos algo, pero seguiremos así nacidos para morir, por que a veces es mejor una verdad que duela que una mentira que quizás luego duela aun mas...

miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Arte?

¿No es a caso el arte una exageración exagerada de la propia exageración?¿La música no es la exageración de los sonidos que encontramos frutos de la naturaleza o del azar?¿No son el teatro, la novela y la poesía hipérbatos de las reacciones y sentimientos humanos?¿No tiene un cuadro colores más vivos u oscuros dependiendo de la visión de la realidad del pintor?
Al fin y al cabo ¿Qué es el arte?¿Arte es vida?¿muerte?¿Arte es dolor?¿Amor tal vez?¿Felicidad? ¿Somos arte?
Los seres humanos tendemos a exagerar lo exagerado y por tanto, a perdernos en el mismo.
¿El arte existe?¿El arte es algo que el ser humano crea o el ser humano es parte del arte, quedando por tanto reducido a un puro medio para llegar a la belleza?¿El medio es considerado arte?¿El medio es bello o monstruoso?¿La belleza es arte?¿El arte existe?¿Nosotros existimos?

lunes, 24 de febrero de 2014

No dejes de soñar

Hoy vengo a hablaros de la última canción de Manuel Carrasco, titulada “No dejes de soñar”.
En ella, habla de que nunca hay que dejar de luchar por lo que se quiere, de no rendirse, de que no siempre se gana, ya que, en ocasiones, perder es una victoria.
Quisiera explicaros, desde mi punto de vista, el significado de alguna de las frases de la canción:
-        “Pusiste todo el corazón, al final todo salió mal”. En más de una ocasión, guiarse por el corazón es una buena opción, pero no siempre es la mejor. Lo ideal sería una mezcla de corazón y razón, aunque es bastante complicado llegar a un consenso entre ambas. Hay que ser consciente de que, a pesar de que nos guiemos por el corazón, nos arriesgamos a que las cosas no salgan como queremos.
-        “Cuando preguntes el por qué, comienza por pensar en ti”. Soy de las que piensa que, para llegar a un estado de paz y felicidad, hay que pensar en uno mismo. ¿La razón? Nunca conseguiremos ser felices si hacemos las cosas sin pensar en nosotros, ya que podemos seguir a algo o a alguien que actúe de cierta forma que no nos llene de la misma manera que si siguiésemos a algo o alguien que actuase guiándose por unos principios parecidos a los nuestros.
-        “El corazón se equivocó, pero tu amor era verdad”. Muchas veces, ponemos todas nuestras ganas en algo, pero no sale bien. En este caso, podemos poner todo el corazón para intentar que una persona nos corresponda con su amor, aunque el rechazo no significa que nosotros no estemos equivocados en nuestros sentimientos o en nuestra manera de ver las cosas con respecto a lo que sentimos, el rechazo puede significar una victoria, una puerta a volver a sonreír.
-        “A veces tienes que perder, para luego poder ganar”. El hecho de que pierdas una batalla, no implica que pierdas la guerra. Depende de cómo se mire, una derrota puede significar una victoria. A veces, tenemos que perder para darnos cuenta de que nosotros valemos más que el sueño por el que estábamos luchando, lo que no significa que debamos de rendirnos.
-        “¡No dejes de soñar!”. Nunca, a pesar de lo que pase, dejes de soñar. A veces, los sueños son los que más nos ayudan a seguir adelante, a creer que podremos ser felices. Considero que los sueños son la fuerza de la gente que lucha por lo que quiere, por lo que cree que es justo o, simplemente, por ser libre.

Para mi gusto, es una de las canciones más bonitas que tiene Manuel Carrasco. Me transmite muchas sensaciones, todas buenas. Es de esas canciones que te levantan el ánimo cuando estás mal. Llena de positividad y de buen rollo. De esas que uno no se cansa de escuchar.
Con respecto al videoclip, diré que está genial. No me ha decepcionado en ningún momento. Para mi gusto, se corresponde mucho con la letra de la canción.


http://www.youtube.com/watch?v=gg7odj4FpVE

Chica Blue

martes, 18 de febrero de 2014

El cielo está en cualquier lugar

Lennie Walker, de diecisiete años, lectora empedernida y fanática de la música, es segundo clarinete de la banda de su instituto. Vive feliz y sin contratiempos a la sombra de Bailey, su impetuosa hermana mayor. Pero cuando Bailey muere repentinamente, Lennie se convierte en protagonista de su propia vida… Y, aunque nunca había salido con ningún chico, de pronto se encuentra intentando compatibilizar a dos. Toby era el novio de Bailey; Lennie se identifica con el dolor que siente. Joe es el chico nuevo del pueblo, acaba de llegar de París y su sombra casi mágica solo puede compararse con su talento musical. Para Lennie son el sol y la luna: uno la saca de su pesar mientras el otro le ofrece consuelo.
Aunque, al igual que los propios cuerpos celestes, si llegan a chocar, estallará el mundo entero.

El cielo está en cualquier lugar, primera novela publicada de Jandy Nelson, habla de la lucha de Lennie por encontrar su propia melodía en medio del ruido que la rodea, es un canto al amor y un retrato de la pérdida de un ser querido a partes iguales, sincero en todo momento, a ratos divertidísimo y, en el fondo, inolvidable.
Para mi gusto, es de esos libros que te engancha desde el principio, de esos que no quieres dejar de leer. Se trata de un libro lleno de tristeza y melancolía que, en más de una ocasión, te hace reír a carcajadas.
Se trata de un libro narrado en primera persona, por Lennie –John Lennon, como la llama Joe en más de una ocasión-, la protagonista de la historia, que sufre por la reciente pérdida de Bailey, su hermana mayor.
Como personajes importantes de la novela, tenemos a Joe Fontaine, el “nuevo” del pueblo, y a Toby, el novio y prometido de Bailey.
Lennie se enamorará perdidamente de Joe, un chico francés que acaba de mudarse de París. Se trata de un chico lleno de energía, que tendrá preparada una sonrisa en todo momento, aunque sea complicado estar bien. Es de las pocas personas, por no decir la única, que podrá guiar a Lennie fuera de su oscuridad interior. Por otro lado, tenemos a Toby, que, como ya he dicho, era el novio y prometido de Bailey. Lennie se refugiará en él para aplacar el dolor que siente. Ambos se encuentran destrozados, uno por la pérdida de su amor, y la otra, por la falta de su hermana. Debido a la mutua comprensión, comenzarán una especie de relación amorosa.
En ocasiones, la relación Toby-Lennie puede ser malinterpretada, por el hecho del tipo de relación que les unía, pero creo que antes de empezar con el libro, habría que desechar todo tipo de prejuicios respecto a este tema, así podréis ver la relación de otra manera totalmente diferente.
La figura de Bailey está presente en prácticamente toda la novela, debido a los fragmentos de poemas que Lennie dedica a su hermana, e incluso con las conversaciones que ambas mantuvieron pensando en su madre, que las abandonó siendo bien pequeñas.

En resumen: se trata de una novela conmovedora, preciosa y épica, que jugará con tus sentimientos todo el tiempo. Mostrándonos el dolor, la pérdida, el amor, la amistad, la culpa; y como todos ellos pueden converger en un mismo corazón.

lunes, 17 de febrero de 2014

El peor día

hay momentos en la vida que nos hacen avanzar, otros no echan aun mas para atrás.
 Me gustaría mirarlo todos los días y seguir viéndole feliz, como siempre lo era, cariñoso pero ese día fue distinto al resto fue el peor con diferencia después de darme cuenta varios días atrás, que ya no era el mismo estaba apagado estaba sufriendo y yo no podía hacer nada para ayudarlo, llamaría al veterinario, aun que casi no tenia fuerzas para marcar los números, llorando, por el miedo de ser demasiado sensible como siempre he sido, pero lo haría por el...

Muchos no entenderán lo doloroso que puede llegar a ser perder una mascota, el mejor compañero, mi mejor amigo, te quiero pequeño 

miércoles, 12 de febrero de 2014

Miradas.

Después de tanto tiempo, hemos aprendido a convivir con las miradas de envidia que mucha gente nos manda.
¿Por qué lo hacen? Porque ellas no han sido capaces de conquistarte a su manera como lo he hecho yo.
Nunca entenderé qué fue lo que hizo que te fijaras en mí, no sé si fue una mirada, una palabra, un gesto o una sonrisa.
No hace falta que me expliques qué pasó para que me mirases de otra manera, para que me besases cómo si no hubiese mañana, para que me abrazases por si al día siguiente no me veías.
No quiero saberlo por la sencilla razón de que tú tampoco quieres saber mi parte. Alguna vez me has oído decir que tus manías me encantan, que tu risa me fascina, que tu sola presencia me hace feliz.
Lo único que quiero que sepas es que no quiero perderte nunca, que eres más que la razón de mi sonrisa, más que las ganas de madrugar, más que todas las cosas que una persona puede soñar. Porque no sé cómo explicarle al mundo entero que te quiero y me apetece un futuro a tu lado.
Quiero decirte que gracias por estar ahí en todo momento, por hacerme entender que una mirada puede valer más que mil palabras, por sacarme una sonrisa a diario, por aguantar mi mal humor, simplemente GRACIAS por hacerme feliz y por no cansarte de darme un abrazo, un beso, una caricia. Que sepas que me siento la persona más afortunada del mundo. Que no necesito más que una llamada o un mensaje para saber que todo está bien.
Porque yo soy la única que entiende tus caras, tus miradas y tus picadas. Me has dicho que solo la gente que te conoce bien, como yo, entiende tu comportamiento. Eso me consuela haciéndome saber que nadie entenderá lo que les dices con la mirada, porque hablar con la mirada es una de tus especialidades.
No quiero ver cómo te vas sin mí, mirándome y asegurándome que me quieres y que tu marcha se debe a que lo nuestro no tiene ni pies ni cabeza.
-Vuelve y sigue aquí luchando por tus sueños –te pido mientras te alejas.
-¿Para qué? ¿Para qué la gente siga haciéndome daño cuando te dice algo a ti?
-Sabes que paso de ellos, que, aunque me duela, me hace fuerte.
-No podemos estar juntos. Sabes que te haré daño en cualquier momento.
-No digas tonterías. En ningún momento me has hecho daño y sabes que las cosas no van a cambiar.
-Sí, las cosas cambiarán el día que les diga algo.
-Mándales una mirada y déjales planchados a todos.

No me haces caso y sigues alejándote. Mientras lo haces, empiezo a tararear nuestra canción porque me quedo sentada frente al mar, mirando las olas y pensando en ti y en la manera que te conocí.

martes, 11 de febrero de 2014

Libres

No somos libres, nos mienten vivimos en una pecera engañándonos constantemente, si lo fuéramos de verdad no habría hambre en el mundo por que todos tendríamos los mismos derechos, nos limitan nos ocultan información,  les merece la  pena, prefieren tenernos en la pecera perfectamente controlados dejando que nos matemos unos a otros por un mismo fin por que todos queremos lo mismo, solo que hay gente que no sabe compartir el dinero que le sobra, cada vez se limitan mas los recursos y nunca seremos verdaderamente libres...

jueves, 6 de febrero de 2014

Me has roto los esquemas

Un par de años después de nuestra ruptura, volvemos a encontrarnos por la calle. Ambos vamos solos, pero esa sonrisa que llevas puesta me hace pensar que has conseguido rehacer tu vida.
En ese instante, recuerdo una llamada que recibí hace un par de meses. En esa llamada fui informada de que estabas a punto de dar un paso importante en tu vida, pero, de primeras, decidí no darle importancia. Hoy me doy cuenta de que esa persona tenía razón.
-¡Hey! ¡Cuánto tiempo! –comentas dándome dos besos.
-Sí, es lo que tiene que tomásemos caminos diferentes.
-Venga, vayamos a tomar algo y así nos ponemos al día, que seguro que tenemos muchas cosas para contarnos.
-Ambos somos conscientes de que no es buena idea. Tengo cosas que hacer.
-No seas así, te mueres de ganas.
-Eso es cierto, pero tengo que ir a buscar a mi sobrina. Ya te llamaré algún día de estos.
-Eres tan cabezota que no lo harás, por tanto, te acompaño.
Consiento que vayas conmigo, pero caminamos sin mirarnos. De vez en cuando, me haces alguna pregunta, solo que yo decido no contestar a ninguna de ellas, puesto que aún no soy capaz de reconocer mis errores del pasado.
-Andrea, ¿te pasa algo? –me preguntas para sacarme de mis pensamientos- Te noto preocupada.
-¿Sabes qué? Has roto mis esquemas. Eres parte de mi pasado y, desde que te fuiste de mi vida, lo estoy pasando mal. Joder, no sé qué narices haces caminando a mi lado.
-Dentro de un rato te voy a buscar y me dejas conocer a esa princesa que dicen que tanto se parece a mí. Espero que me dejes conocerla.
-No se te va a arreglar verla. Me hiciste mucho daño engañándome con Adriana y ella no debe saber por qué su padre no vive con nosotras.
-No me puedes privar de ella, es mi hija. Tengo derecho a conocerla y criarla.
-Demasiado tarde. Yo estoy haciendo las funciones de padre y madre. No te necesito a ti. ¿Quién me asegura que no la volverás a liar?
En ese instante, descubro que mi sobrina viene corriendo hacia mí. Se echa a mis brazos y me pregunta dónde se ha quedado la pequeña. La comento que está con la abuela. Discretamente, te vas alejando. Cuando lo descubro, te doy una voz asegurándote que te llamaré algún día.
-Ni se te ocurra. Sabes cómo se va a comportar.
-Laura, sabe de la existencia de su hija y está empeñado en verla. En cierto modo, le comprendo.
-Ya, pero si nunca se preocupó por ti, ¿por qué iba a hacerlo con Sofía?
-Es su hija. Pero bueno, veré lo que hago. Reconozco que me ha descolocado que lo sepa.
-Tata –comenta Lara-, sé que mi prima, a pesar de que es pequeña, no quiere verte mal. No quiero que llores, ¿vale?
Acaricio la cara de la pequeña y, tras ponerla en el suelo, vamos caminando a casa de mis padres. Vamos hablando de muchas cosas y, cuando llegamos, descubro que la pequeña se ha quedado dormida en brazos de mi madre. La comento que Carlos sabe de la existencia de la pequeña y quiere conocerla. Ella me dice que, a pesar de que no me aconseja que le llame, no debo privarle de su hija. Con mucho cuidado, me entrega a la pequeña y la miro embobada. Vuelvo a ser consciente de que ella es lo mejor que me ha pasado en la vida y reconozco que fue buena idea seguir adelante sola, a pesar de que estaba destrozada por la ruptura.
-Andrea, te falta el babero –comenta mi madre-. ¿Qué es lo que te pasa ahora? Desde que la has cogido, te noto embobada.
-Mamá, encontrarme con él me ha partido los esquemas. Era consciente de que este momento tenía que llegar, pero no estaba preparada.
-Por más tiempo que pasase, no ibas a estarlo. Has de entender que, ya que lo sabe, no puedes privarle de ella. Sofía surgió del amor que ambos os profesabais. Estás viviendo el momento de mayor felicidad de una persona. Déjale que la conozca y, si quiere, permite que te ayude a criarla.
-No creo que sea buena idea, acuérdate de la llamada que recibí hace un par de meses.
-Como para olvidarla, pero estoy convencida de que se preocupará por ella. No seas cabezota y dale el gusto.
No digo nada, pero soy consciente de que mi madre tiene razón. Creo que Carlos será buen padre, pero me da miedo de las consecuencias que puede traerme quedar con él para que la conozca.
De pronto, Sofía despierta con hambre. Mientras mi madre la prepara el puré, la coloco bien en mi brazo y trato de tranquilizarla. Tras yo darla de comer, Laura se despide, no sin antes pedirla a Lara que se porte bien, y se va.
Aprovecho que Sofía se ha quedado dormida para subirme al piso a comer algo con Lara. De primeras, mi madre se niega y quiere que me quede a comer en su casa.
-No. Anoche preparé arroz con salchichas para las dos.
-Eso ya me convence. Pensé que no tenías nada preparado.
-Estás hablando con una persona precavida.
-En eso has salido a mí.
-Venga, Lara, coge la cazadora y la mochila de Dora y nos vamos.
Ambas nos despedimos de mi madre y nos vamos al piso. Larita está casi más feliz que yo. Se sienta en el sofá y la pregunto si tiene hambre. Asiente con la cabeza y me sonríe. Saco el arroz con salchichas de la nevera y lo pongo a calentar. Mientras espero que el microondas me avise de que la comida está lista para comer, pongo el pijama a Sofía y la meto en la cuna. En ese instante, oigo el sonido del microondas. “Justo a tiempo”, pienso tras taparla con una manta.
-Venga, Lara, vamos a comer.
-¿No puedo terminar de ver Dora? Enseguida acaba.
-Vale, deseo concedido a la princesa.
-Gracias, Tata.
Pongo la comida en cada plato y, al terminar, descubro que Lara viene a la cocina para preguntarme si comemos, que tiene hambre. Nos sentamos cada una en un extremo de la mesa y charlamos durante toda la comida. Tras terminar el arroz, la pregunto si la ha gustado lo que la he preparado.
-Estaba delicioso.
-¿Te apetece comer algo de postre?
-No, Tata, estoy llenísima. ¿Puedo volver a ver la tele?
-¿Cómo no vas a poder? Ahora enseguida voy allí y vemos los “dibus” juntas, ¿te parece?
-Claro que sí, Tata. Te quiero.
-Y yo a ti, pequeña.
Me pongo a recoger la cocina y, al cabo de un rato, me voy al salón y ella se sienta encima de mí. Hago un poco de zapping por los canales de dibujos y encontramos la película de La Cenicienta y la vemos juntas. A los diez minutos, Larita se queda dormida sobre mí y, para no molestarla, pongo el móvil en silencio. Tras ello, recibo un mensaje de texto. Es de Carlos y me pone: “Hola, pequeña, ¿cuándo te apetece que conozca a mi hija? Porque espero poder verla. Un beso”. Decido esperar un rato a contestarle, ya que, con el sonido de las teclas, no quiero molestar a la pequeña.
Hacia la mitad de la película, oigo que Sofía empieza a refunfuñar. Con mucho cuidado, coloco bien a Lara y me levanto hacia la habitación de mi hija. Muevo con cuidado la cuna con la intención de que vuelva a dormirse. Como no lo consigo, la cojo en brazos y la llevo al salón. Al poco rato, Lara se despierta y, como observa la escena madre-hija, se junta a nosotras. La doy un beso en la frente y la pongo a mi lado.
Mientras las tengo juntas, decido mandar un mensaje a Carlos para comentarle que, si le parece bien, podemos quedar durante la tarde del día siguiente. Casi instantáneamente, como si tuviese el móvil en la mano, recibo contestación en la que me pone que, si creo conveniente, viene a casa durante la siguiente tarde. Le digo que no es buena idea, que, ya que tengo que bajar por la tarde al centro, le recojo donde él crea.
-Tata, no quiero verte mal. Creo que no debes tener el móvil contigo.
-Pequeña, aunque te explique mi cara mirando al móvil, no lo entenderás. No hace falta que te preocupes por mí, ¿vale?
Me da un beso en la nariz de esos que tanto me gustan y sigue viendo la tele. En vista de que Sofía también ha vuelto a dormirse, la coloco en su cuna y decido llamar a Carlos.
-Quiero saber quién te ha hablado de tu hija –comento según me coges el teléfono.
-¿Piensas que soy tonto? Cuando me echaste de casa, vi el predictor en la basura. ¿Acaso pensabas que nunca me enteraría?
-Tú no viste el predictor. Si le hubieses visto, me habrías pedido una segunda oportunidad. Te conozco lo suficiente.
-Cambiando de tema, espero que mañana no me dejes plantado.
-Podría perfectamente hacerlo, porque no me fío de que tú vayas a aparecer.
Al día siguiente, nada más levantarme, recibo un mensaje de Carlos en el que me comenta que me espera en Las Estaciones a las cinco y media de la tarde, aunque no le importará esperarme si tardo un rato más.

De primeras, tengo la tentación de pedir a mi madre que baje a Lara, pero no quiero ser una cobarde. Ya que Carlos sabe de la existencia de Sofía, no debo ser injusta con él.
Chica Blue